CamerosDE MATUTE A ANGUIANO POR LA ERMITA DE SAN QUILES Y LAS PEÑAS DE TOBÍAIzen-ematea: 3, 8, 10. Bazkideak / socios 10 € Irteera / Salida: Landakon, 08:00 Partimos del pueblo riojano de Matute (650), situado en las faldas de la airosa Peña Tobía. Las peñas de Tobía se hallan constituidas por conglomerados fuertemente erosionados debido a la naturaleza calcárea del cemento que une los cantos. La fuerte erosión las ha convertido en auténticas catedrales de piedra roja. Las formas más espectaculares las constituyen los curiosos pináculos rocosos asomados hacia el abismo. Tomaremos una pista que asciende por la parte alta del pueblo hacia la peña. Pronto dejaremos un camino balizado a la izquierda que recorre los primeros metros del cañón del río Matute. Atajando algunas curvas de la pista y rodeando la peña por la izquierda llegaremos al collado Londeras (969). Una senda se dirige (N) hacia la cercana cumbre. Una primera trepada fácil sobre la cresta nos coloca bajo el pináculo cimero. Subiremos dejando la cima a la izquierda para tomar una vira que nos coloca unos pocos metros bajo la cumbre. Una trepada fácil nos sitúa en el buzón (1062). También se puede subir, si se prefiere, por detrás mediante una pequeña trepada de similares características (F). Merece la pena acercarse hasta la punta Norte, asomada sobre Tobía. De vuelta al collado afrontamos la subida del cerro Peñalba (1207). El cerro Peñalba muestra una morfología muy distinta al resto del conjunto rocoso de las peñas de Tobía. En efecto, en primer lugar se trata de una mole de roca caliza. En segundo lugar destaca la vigorosidad con que han sido plegados y cabalgados, unos sobre los otros, sus estratos rocosos, habiendo adquirido sinuosas formas. Una senda ataca de frente la pendiente, sorteando los escarpes de la montaña, llegando sin dificultades reseñables hasta su punto culminante. La bajada se hace por una ladera de piedra suelta con orientación suroeste hasta un collado (1024). Aquí abandonamos el cordal para bajar hacia la izquierda unos 100 metros y retomar la pista que habíamos dejado en el collado Londeras. Descendemos por la pista para vadear el río y acto seguido se inicia una fuerte remontada a la sombra de robles y hayas hasta el collado Cervanco (1226), con vistas hacia el valle del río Najerilla. La pista bordea ahora una cota de 1363 m por su vertiente meridional hasta llegar al collado (1283) que antecede a la cumbre de San Quiles (1342). Una senda sube por la pendiente rocallosa hasta la cercana cima, ocupada por la ermita, un vértice geodésico y el correspondiente buzón. Esta cima constituye una formidable atalaya que domina desde muy alto la localidad de Anguiano. Su morfología es muy similar a la del cerro Peñalba, elevando agudos torreones calizos, llamados mallos, en la cresta que desciende hacia Anguiano. Descenderemos ahora por el hayedo que cubre su vertiente norte hasta una altura aproximada de 1000 m, para iniciar un flanqueo hacia el este hasta llegar a la Peña del Reló (1039), llamada así porque su sombra proyectada ha servido para obtener la hora aproximada. Es un contrafuerte de conglomerado rojizo, cortado a pico por todas sus caras, salvo por la cuerda que lo une al San Quiles. Desde aquí podemos ver a vista de pájaro el final de la travesía. Descenderemos por el barranco de Valderraso, sin perder nunca de vista Anguiano hasta dar ya muy abajo con el GR 93, que seguiremos hacia la derecha para cruzar el río Najerilla por el puente de Madre de Dios con una altura sobre el río de 30 metros, que une el barrio de Las Cuevas con el núcleo principal. Solo queda perderse por las calles de esta coqueta población, conocida por sus danzantes que, sobre zancos, descienden vertiginosos por las estrechas y empinadas calles. Longitud: 18 kms ; Desnivel: 1150 m. Horario aproximado: 6 horas.
Texto y fotos © Roberto Gil 2007 |
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