LA SIERRA DE BÁRCENA MAYOR

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El enclave rural de Bárcena Mayor probablemente sea uno de los puntos más turísticos de Cantabria. Hasta no hace muchos años era una aldea perdida a orillas del río Argoza, tributario del Saja. Rodeada de extensos y centenarios bosques la aldea había conservado intacto su carácter rural, siendo un conjunto de arquitectura popular montañesa espléndidamente conservado. Por supuesto que hay más aldeas en Cantabria tan bien conservadas y dignas de visitarse, con el aliciente de estar todavía perdidas y libres del turismo de masas. Pero para nosotros presenta un interés doble: las comunicaciones son buenas y ello permite llegar en autobús “sin sorpresas”, y por otro lado hay variedad de sitios donde tomarse un bien merecido refrigerio después de la “palicilla” del día.

La excursión partirá de Molledo (250), en el amplio y verde valle de Iguña. Este valle es una arteria de comunicación de primer orden. Por aquí pasan el ferrocarril, la carretera de Castilla y la reciente autovía que comunicará Cantabria con la Meseta. Los romanos ya conocían este estratégico enclave: por aquí pasaba la calzada de los Blendios.

La primera parte de la travesía es sin duda la más dura. Hay que ascender sin apenas pausa hasta la primera cumbre del día, el Cueto Navajos (1064). Es una cumbre redondeada y cubierta de prados, con inmejorables vistas en todas las direcciones. A partir de aquí es una sucesión de toboganes herbosos por las cumbres de La Rasía (1044, 1064 y 1068), para tomar una pista que nos llevará hasta la cima de Obios (1222), redondeada y herbosa, como todas las de la zona. El cordal prosigue perdiendo un poco de altura y remontando hasta la cima de Los Agudos (1231), techo de la travesía. Hasta aquí hemos venido bordeando los límites del Parque Natural Saja-Besaya.

A partir de ahora entramos en el dominio del bosque. Descenderemos hacia el Portillo del Mostajo (1063), dejando a la izquierda una cota secundaria, siguiendo una sinuosa senda que a veces va excavada en el terreno. Abandonaremos el cordal y giraremos a la derecha 90 grados para descender hasta la contigua Braña del Lodar (1000). Es un rellano de feraces pastos en medio de las laderas que caen hacia el río Argoza. Todo ello rodeado de densos bosques de hayas y robles. El camino de descenso sale a la derecha de las ruinas de las cabañas. A partir de aquí conviene ir bien atento para no perder la traza de la senda, difícil empresa, pues la belleza del bosque invita a pasear la mirada.

La senda finaliza en una pista, justo al lado de un puente sobre el río Argoza. Esta pista lleva ya sin titubeos hasta la aldea de Bárcena Mayor, siempre a la sombra del bosque y a la vera del río.

Desnivel: 1150 m; Longitud: 22 kms; Horario: 7 horas.